Aunque suenen similares, el agua destilada y el agua purificada tienen diferencias importantes, especialmente en su proceso de tratamiento y su uso final.
Agua purificada
Se obtiene mediante métodos como ósmosis inversa, filtrado o desinfección con rayos UV. Se elimina la mayoría de los contaminantes, pero mantiene parte de los minerales esenciales. Para su elaboración se utilizar agua potable y está pensada para tener un pH neutro y ofrecer una hidratación equilibrada.
Agua alcalina
El agua alcalina es un tipo de agua que tiene un pH mayor a 7, es decir, es menos ácida que el agua corriente. Se promociona con la idea de que tiene beneficios para la salud, como equilibrar el pH del cuerpo o neutralizar radicales libres, pero la evidencia científica no demuestra que sea efectiva.
Incluso hay quienes recomiendan no usarla, ya que el pH del estómago es ácido y el agua alcalina compite con este entorno. El cuerpo y sus funciones equilibra el pH naturalmente según lo va necesitando, por lo que lo más recomendable es que el agua que se consuma sea neutra.
Sabor y salud
El agua purificada tiene mejor sabor, es más agradable de beber, más segura, pensada para una hidratación en todas las etapas de la vida e incluso ideal para nuestras mascotas.
La destilada puede tener un sabor plano o metálico, y consumirla podría afectar el equilibrio mineral del cuerpo, causar malestares y tener efectos nocivos desconocidos.
En conclusión
Agua purificada: Pensada y elaborada para consumo humano y animal equilibrado.
Agua destilada: uso técnico, industrial o médico. No recomendable para consumo diario.
Para hidratarte y cuidar tu salud, elige agua purificada. Es segura, saludable y deliciosa.